POR PABLO HERNÁNDEZ ARAYA. ESTUDIANTE DE PERIODISMO, U. FINIS TERRAE.
Era 1990. Una vez confirmado el gabinete ministerial del entonces presidente Patricio Aylwin, todos estaban sentados para la foto oficial vestidos de terno, camisa blanca y corbata, y todos eran hombres. Veinte años después, la foto de los ministros es muy distinta: hay un equilibrio en edad y en presencia femenina, en un gobierno que el actual presidente Gabriel Boric lo describe como feminista y paritario.
Abril de 1935. Por primera vez en la historia chilena, las mujeres pudieron votar en unas elecciones municipales. Pero, el rechazo a tal derecho político de un sector de la sociedad tuvo fundamento “en la supuesta naturaleza de las tareas que les correspondían a las mujeres en plano fisiológico, esto es, su capacidad para engendrar la vida, las tareas del hogar y los hijos, mientras que a los hombres les corresponde la vida social y jurídica” (1 p. 7). Pensamiento que, al parecer, no ha cambiado mucho porque “en promedio, las mujeres destinan 3 horas más que los hombres al conjunto de todas las actividades de trabajo no remunerado”, según la Encuesta Nacional Sobre el Uso del Tiempo del 2015 (2).
Del total de mujeres en edad para trabajar (entre 15 y 64 años), “un 58% son económicamente activas, lo que significa que alrededor del 29% del total de la población de México hasta Argentina son mujeres con un empleo remunerado. En contraste, los hombres de la región suman más de 322 millones (49,3% de la población). Un 82% de ellos son económicamente activos desde los 15 hasta los 64 años, lo que representa el 40,4% del total” (3). Y tras el contexto del Covid-19 “la disminución media del empleo fue 3,2 veces mayor para las mujeres. Además, se evidenció un mayor aumento en el tiempo que dedicaban a labores domésticas, cuidado infantil y apoyo educativo respecto a los hombres” (3).
Era 1949 y las mujeres votaron por primera vez en una elección presidencial y parlamentaria. Sin embargo, con “el solo reconocimiento del sufragio femenino, (esto) no se tradujo en mayor representación. Los números confirman que hasta el 2018, muy pocas mujeres habían ocupado escaños en el Congreso” (1 p.28). Y se necesitó la paridad en la elección de los convencionales constituyentes del 2021 para que las mujeres tuviesen mayor representatividad, en una elección que, tal vez irónicamente, benefició a los hombres, porque hubieron mujeres que no accedieron al cargo para cumplir, literalmente, con la paridad de género en el órgano redactor de una nueva constitución.
Y tuvieron que pasar cincuenta años de la elección presidencial de 1949 para que se estableciera, a nivel constitucional, la igualdad jurídica entre hombres y mujeres (4). Y tras cinco décadas, en mayo de 2005, se confirma la candidatura presidencial a quien, un año más tarde, sería electa como la primera presidenta del país en dos administraciones: Michelle Bachelet.
Noviembre del 2017. Eran elecciones parlamentarias y presidenciales, y por primera vez se aplicaron las modificaciones de la ley 20840 al sistema electoral. “La característica más llamativa de este grupo de mujeres que ingresan al Parlamento (…) dan cuenta de un Congreso que acoge nuevas fuerzas políticas y como nunca en su historia, una mayor presencia femenina” (5).
En la última década, las demandas de las mujeres para mejorar la igualdad de género han tomado relevancia social, que se ha reflejado en, por ejemplo, en la aprobación de la ley de femicidios, en 2010; el reconocimiento de los derechos sociales y reproductivos mediante la ley 20418; la modificación del Código del Trabajo, en que se establece que el empleador debe cumplir con el principio de igualdad en los salarios entre mujeres y hombres; la creación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, fundado en 2016; en 2019, se tipifica el acoso sexual callejero; en 2020, se promulga la Ley Gabriela sobre violencia en las relaciones de noviazgo y pololeo; mientras que en los últimos tres años se aprobaron la ley corta de retención del 10% y la ley de registro de deudores de pensión de alimentos.
Y en un intento para mejorar la presencia femenina en altos cargos de las empresas, la ley 21356 establece que “las personas de un mismo género no podrán exceder el sesenta por ciento del total de los miembros del directorio” (6) en empresas públicas creadas por ley y en sociedades en que el Estado tenga más del 50% del capital.
Hay avances, pero…
La sociedad moderna avanza hacia una mayor igualdad entre las personas. Pero, aún falta por progresar. Todavía las funciones relacionadas con el cuidado y labores del hogar (no remuneradas) se asocia a las mujeres. Y esto es relevante, porque el 81% de las mujeres que viven con hombres e hijos o hijas sufre estrés, sea esta esporádica o permanente. Y 28,4% de ellas identifica al cuidado y labores domésticas como causante del mismo mientras que los hombres, como causante de su estrés, apenas el 2,4% lo atribuye a dicha función(7).
Lo importante es saber cómo avanzar en una sociedad con mayor igualdad entre hombres y mujeres. Si queremos eso, tenemos que tener conciencia de los roles de cada uno de nosotros en el contexto particular. Desde responsabilidades compartidas en la crianza de las y los hijos, repartir las labores domésticas, hasta equiparar la cancha para que, por ejemplo, más mujeres tengan opciones de conseguir altos cargos tanto en el mundo privado como en el público y para que más mujeres accedan a carreras de las ciencias y tecnologías.
En relación con lo anterior, y según la Encuesta del Uso del Tiempo realizada en 2015, las mujeres usan más de su tiempo en labores de cuidados o trabajos no remunerados (2). Actualmente se está en proceso de levantar una segunda encuesta del uso del tiempo, por lo que será interesante conocer esos datos en contexto de pandemia y un proceso de redacción de nueva constitución.
A pesar de mayor presencia femenina en el congreso nacional, en instituciones del Estado o en altos cargos de empresas, todavía faltan 300 años, si se mantiene la tendencia, para que la equidad de género entre mujeres y hombres sea equiparada.
La periodista Paula Escobar declaró en su artículo de opinión en el periódico La Tercera, en contexto de las denuncias por violencia hacia las mujeres, que “la perspectiva de género (en los tribunales) no es para que a una mujer se la juzgue menos severamente, ni a un hombre más, sino que es justamente sacar de la ecuación aquellos sesgos que hacen que, en la práctica, muchas veces las mujeres no alcancen la justicia y reparación.” (9)
Y es fundamental abordar la discriminación y los prejuicios de género arraigados en la cultura para lograr una verdadera igualdad. Los roles sociales están impuestos por la religión, las costumbres y el contexto histórico: no es lo mismo ser una mujer musulmana, católica, judía o atea, menos ser una practicante de las mencionadas religiones actualmente, en comparación con el siglo pasado. Lo importante es entregar las herramientas necesarias para equiparar las oportunidades sociales, laborales y económicas entre hombres y mujeres sin pasar a llevar las costumbres de cada comunidad. Tampoco hay que sacrificar el futuro por el pasado.
Hay avances, pero aún falta.
Bibliografía
- Aliaga DB, Olguín DE, Castillo JR. La representación política de las mujeres en Chile: UNIVERSITAS Revista de Filosofía, Derecho y Política. 2022;(38):218-48.
- Instituto Nacional de Estadísticas. Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2015 [Internet]. Gob.cl. [citado el 20 de septiembre de 2023]. Disponible en: https://www.ine.gob.cl/docs/default-source/uso-del-tiempo-tiempo-libre/publicaciones-y-anuarios/publicaciones/sintesis-resultados-trabajo-enut.pdf?sfvrsn=7bcc61b0_6
- Banco Mundial. Igualdad de género: prioridad para el desarrollo latinoamericano [Internet]. World Bank. Banco Mundial; 2023 [citado el 23 de octubre de 2023]. Disponible en: https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2023/05/05/igualdad-de-genero-prioridad-para-el-desarrollo-latinoamericano
- Biblioteca del Congreso Nacional. Ley Chile – Ley 19611 – Biblioteca del Congreso Nacional [Internet]. www.bcn.cl/leychile. 1999 [citado 22 de septiembre de 2023]. Disponible en: https://www.bcn.cl/leychile
- Biblioteca del Congreso Nacional. 109 parlamentarios: en 209 años de historia del Congreso Nacional de Chile [Internet]. Primera. Chile: Biblioteca del Congreso Nacional; 2020. Disponible en: https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/78590/1/libro-109-parlamentarias.pdf
- Biblioteca del Congreso Nacional. Ley Chile – Ley 21356 – Biblioteca del Congreso Nacional [Internet]. www.bcn.cl/leychile. 2021 [citado 20 de septiembre de 2023]. Disponible en: https://www.bcn.cl/leychile
- Comunidad mujer. Carga Mental Doméstica [Internet]. Chile; 2023 [citado 20 de septiembre de 2023]. Disponible en: https://comunidadmujer.cl/wp-content/uploads/2023/07/Boletin_53_Carga-mental-domestica_.pdf
- Femicidios 2023 – Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres [Internet]. Google Docs. [citado el 24 de octubre de 2023]. Disponible en: https://docs.google.com/spreadsheets/d/1W3ISt-tJlgZ7W_BJ5j22Ln5PBNKDOr7qa8X8Ipt7KMA/edit?usp=embed_facebook
- Columna de Paula Escobar: Violencia de género: Chile al debe. La Tercera [Internet]. el 21 de enero de 2023 [citado el 24 de octubre de 2023]; Disponible en: https://www.latercera.com/la-tercera-domingo/noticia/columna-de-paula-escobar-violencia-de-genero-chile-al-debe/PCIKJCIIQRCWXDPJA3SD2CQ5DQ/