SAMANTHA ALFARO, ESTUDIANTE DE PSICOLOGÍA U. FINIS TERRAE.
Probablemente, si se le preguntara acerca de los métodos anticonceptivos masculinos que conoce, le resultaría difícil mencionar más de uno o dos en comparación con los femeninos. Es común que se piense en el preservativo masculino como la única opción de anticoncepción masculina conocida y difundida a nivel mundial, debido a que también sirve como método de prevención ante las ITS (Infecciones de transmisión sexual). Sin embargo, existen otras opciones disponibles como la vasectomía, el método de interrupción del coito y la anticoncepción hormonal masculina en forma de inyección o gel.
Este artículo tiene como objetivo explorar las ventajas y desventajas del uso de anticonceptivos tanto en mujeres como hombres, así como también debatir respecto a la distribución no equitativa entre anticonceptivos femeninos en comparación con los masculinos.
Un poco de historia sobre los anticonceptivos
¿Qué tipos de anticonceptivos femeninos y masculinos existen, y cuál es su frecuencia de uso? Antiguamente, se creía que existía un periodo dentro del ciclo menstrual entre los días previos y posteriores a la menstruación, que correspondía a una ventana propicia para la concepción. Esto implicaba la existencia de un periodo estéril que correspondía al resto de los días del ciclo menstrual. Esta teoría, en la actualidad, se sabe que es incorrecta (1).
Según Clavero, en su artículo “Historia evolutiva de la anticoncepción” del 2018 (2), el primer texto médico del que se tiene noticia sobre los anticonceptivos es en El Papiro de Petri, (1850 AC) donde figuraban ya las recetas anticonceptivas. Dentro de estas recetas, aconsejaba el uso de excremento de cocodrilo mezclado con una pasta de hierbas, lo que servía como vehículo insertado en la vagina; mientras que otra receta consistía en una irrigación de la vagina con miel y bicarbonato de sodio nativo natural.
A lo largo de la historia, “la contracepción, o control de la natalidad, siempre se ha sometido a unas normas éticas controladas por las distintas religiones” (2). De hecho, en dicho artículo, se señala que en el caso de los países cristianos los métodos anticonceptivos fueron ilegales hasta fechas no muy lejanas, concretamente en 1958 Reino Unido, 1960 USA y 1978 en España.
En el caso de Chile, es en el año 1965 que el Servicio Nacional de Salud que se comienzan a implementar programas enfocados en la planificación familiar, pero basados principalmente en el uso de anticonceptivos para la población femenina (3).
Ventajas biológicas de los hombres v/s mujeres en reproducción
Es bien sabido que los hombres por su naturaleza biológica pueden fecundar a más de una mujer en un periodo de tiempo muy acotado ya que solo se necesita un espermatozoide para dicha tarea. Además de esto, son fértiles hasta la muerte a diferencia de las mujeres, donde existen periodos del mes que generalmente pueden ir desde seis días anteriores a la ovulación hasta el primer día después de la ovulación (4). Si bien es cierto que existen distintos motivos por el cual la fertilidad masculina se puede ver afectada siguen siendo ellos quienes mantienen superioridad biológica en este aspecto.
La mujer se ve enfrentada a su desarrollo psicológico natural, que presenta una madurez más temprana en comparación a los hombres. La maternidad consciente pasa por un tema de madurez emocional, donde ambos debieran saber la responsabilidad que conlleva el explorar su sexualidad. En esto es particularmente la mujer quien suele llevar la mayor parte de la responsabilidad sobre el hijo a lo largo de su vida, hasta sus 18 años, o por lo menos lo que dura la gestación de dicho individuo.
Anticonceptivos a nivel fisiológico en mujeres
Hablando de los anticonceptivos orales (combinados o no), las inyecciones y el anillo menstrual, nos vemos en una situación donde el beneficio pudiese no ser mayor en comparación a los efectos secundarios a corto y largo plazo que presentan este tipo de tratamientos anticonceptivos. Este tema si bien es ampliamente conocido por las mujeres que se han sometido a este tipo de métodos, pareciera no estar suficientemente difundido cuando se trata de evaluar que anticonceptivos tienen el menor riesgo, tanto en hombres como en mujeres. Las consecuencias del uso de anticonceptivos a nivel fisiológico es algo que entra en el debate y que es profundizado en el artículo de Catalina Sabat de esta misma edición, donde toma una mirada general de estas consecuencias en las mujeres.
Consecuencias del uso de anticonceptivos a nivel psicológico en mujeres
En cuanto al nivel psicológico, las mujeres presentan desde el comienzo una alteración en la percepción del control de su propio ciclo, generalmente por presentar irregularidad debido a un malfuncionamiento hormonal, lo que se podría traducir en enfermedades como endometriosis, ovario poliquístico, acné, entre otros.
Lo anterior explica que el consumo y la utilización de los anticonceptivos muchas veces presente una doble o incluso triple función; por un lado, el uso de anticonceptivos tiene como propósito evitar el embarazo, principalmente; pero también el combatir la sintomatología asociada a una enfermedad de tipo ginecológica, incluyendo el SPM (síndrome premenstrual) y el TDPM (trastorno dismórfico premenstrual) (4).
A pesar de estos beneficios, las consecuencias a nivel psicológico no deben ser pasadas por alto ya que como es señalado en la prescripción de los anticonceptivos femeninos, estos síntomas pueden incluir la aparición de cuadros depresivos, bajo ánimo, irritabilidad y ansiedad (5). Sin embargo, aún no existe un consenso en cuanto a la prevalencia de estos síntomas a largo plazo.
Actualidad respecto a la anticoncepción masculina
En la actualidad, si se le pregunta a un hombre sobre métodos anticonceptivos masculinos, lo más probable es que mencionen los preservativos sin nombrar la vasectomía. Este último no es comúnmente aludido, no porque no se considere un método, sino por la falta de información respecto a este procedimiento (los conocidos mitos) entre los que encontramos el miedo a no poder eyacular, que sea un procedimiento doloroso, o que genere cambios en la capacidad sexual, entre otros.
La ciencia está avanzando y con ello la creación de nuevos métodos anticonceptivos masculinos, entre los que encontramos las pastillas y el gel, si bien aún están en fase de elaboración y prueba, las posibles ventajas que tendrían en la vida de las personas que los usen serían numerosos, las parejas podrían tomar decisiones conjuntas sobre cuándo y si desean tener hijos al compartir la responsabilidad de la planificación familiar, lo que promueve relaciones más igualitarias y colaborativas.
¿Qué opinan los expertos?
Respecto a este punto Alexis Segura, Matrón de la Universidad de Chile señala: “Hay poca oferta de anticonceptivos masculinos. Los métodos reversibles que se están probando aún no se masifican y solo quedaría usar preservativo”. Consultando acerca del porqué esto no ha cobrado mayor relevancia relata: “conozco hombres que no quieren usar sus cuerpos como “experimento” y prefieren adosar esa responsabilidad a la pareja”. En cuanto al rol de la mujer respecto a este tema reflexiona “culturalmente la responsabilidad de un feto o guagua es de la mujer y no una responsabilidad compartida, es un pensamiento antiguo que se replica en las familias. Donde el hombre trabajaba y la mujer se dedicaba a la casa y la crianza”. Por último, reflexionando acerca de este modelo social refiere: “Hay un pensamiento obsoleto en prevención y planificación, hay poca o nula educación sexual y sin cambios el modelo se seguirá replicando” (6).
Reflexión final
El rol de la mujer actual es un tema complejo y diverso que depende de muchos factores sociales, culturales, económicos y personales. Sin embargo, se puede decir que la mujer actual desempeña múltiples roles en la sociedad, que van más allá de los tradicionales de madre, esposa y ama de casa, asimismo, la responsabilidad de los hombres en la reproducción es un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años, debido a las implicaciones que tiene para la salud sexual y reproductiva de las mujeres, de los hombres mismos y de la sociedad en general.
Por lo tanto, tomando el énfasis en el rol de la mujer y en las implicancias asociadas a éste, queda preguntarnos: ¿por qué no nos estamos enfocando en los hombres para prevenir embarazos o al menos, ¿por qué no es de forma equitativa? ¿De quién es la responsabilidad realmente? ¿No sería mejor apuntar a ser responsables de nosotros como seres humanos y vivir nuestra sexualidad desde la individualidad consciente?
Bibliografía
- Díaz Alonso G. Historia de la anticoncepción. Rev Cuba Med Gen Integral. abril de 1995;11(2):192-4.
- Real Academia Nacional de Medicina de España, Clavero-Núñez JA. A history of contraception. An RANM. 3 de septiembre de 2018;135(01):56-9.
- Castañeda M P, Salamé C AM. 50 años de planificación familiar en Chile, 1965-2015: Experiencias de las primeras generaciones de mujeres urbanas usuarias del programa. Rev Chil Obstet Ginecol. junio de 2015;80(3):208-14.
- Lete I, Dueñas JL, Serrano I, Doval JL, Pérez-Campos E, Martínez-Salmeán J, et al. Efectos beneficiosos no anticonceptivos de la píldora anticonceptiva. SEMERGEN – Med Fam. diciembre de 2009;35(10):505-10.
- Cárdenas Santos R, Pardo Sáenz JM. Efectos secundarios neuropsicológicos de los anticonceptivos hormonales combinados para el tratamiento de síntomas leves. valoración bioética de su adecuación. Cuad Bioét [Internet]. 10 de abril de 2022;(33(109)). Disponible en: https://doi.org/10.30444/CB.137
- Segura A. Entrevista sobre anticonceptivos a Matrón de la Universidad de Chile. 2023.