Por Pablo Hernández Araya – Estudiante de periodismo, U. Finis Terrae.
La empatía juega un papel fundamental en nuestras relaciones y en la comprensión de las experiencias de los demás. Por su parte, la inteligencia artificial (IA, en adelante) puede analizar y responder a los estímulos emocionales en base a datos previos, pero carece de un elemento esencial: la relación entre las personas. Pero cabe preguntarse si la resiliencia, el sufrimiento, el dolor físico y emocional u otras características propiamente humanas, son replicables por las nuevas tecnologías.
Cada característica de las personas se enseña y moldea acorde al contexto social y que cada uno de nosotros tenemos como individuos. Pero no hay que olvidar algo: la inteligencia artificial carece de una conciencia y de una vivencia real del dolor y el sufrimiento, lo que genera una limitante para desarrollar un crecimiento personal y una resiliencia auténtica de esta tecnología.
La empatía se entiende como “la capacidad de comprender los sentimientos y emociones de los demás, basada en el reconocimiento del otro como similar. Es una habilidad indispensable para los seres humanos, teniendo en cuenta que toda nuestra vida transcurre en contextos sociales complejos” (1).
El duelo es otro componente esencial de la experiencia humana, e ideal para emplear la empatía. Cuando perdemos a un ser querido, experimentamos una variedad de emociones complejas y, con el tiempo, aprendemos a adaptarnos y aceptar la pérdida. ¿Podrá la IA tener la capacidad de experimentar la pérdida de un ser querido? ¿Tendrá la experiencia emocional necesaria para comprender plenamente el significado no solo del duelo, sino que también de cualquier otro sentimiento? ¿Y podrá reflexionar, mediante un proceso individual, sobre la vida misma?
Un pequeño experimento
Para efectos de este artículo, se usará ChatGPT para este apartado. La idea es colocar en dicha plataforma la siguiente frase: “cuéntame cómo superar un duelo”.
Y su respuesta fue la siguiente: “Superar un duelo puede ser un proceso difícil y diferente para cada persona, ya que cada uno experimenta y maneja el dolor de manera única”. Y agrega nueve pasos, los que, por la extensión del presente texto, solamente serán enunciados:
1. Permítete sentir
2. Busca apoyo
3. Cuida de ti mismo
4. Establece rituales de despedida
5. Acepta el dolor
6. No te apresures
7. Encuentra formas creativas de expresión
8. Busca ayuda profesional si necesitas ayuda
9. mantén recuerdos positivos
Y ChatGPT finaliza: “Recuerda que cada persona experimenta el duelo de manera única, así que encuentra lo que funciona mejor para ti y no dudes en buscar apoyo cuando lo necesites. La paciencia contigo mismo es clave en este proceso” (3).
A modo de conclusión
Los avances de la IA de los últimos meses han sido notables. Es por ello, que expertos han pedido que tales progresos tengan una pausa por los riesgos que tiene para la humanidad. El foco de este texto ha estado en las cualidades propias de los seres humanos, pero hay que preguntarse qué tan lejos puede llegar la IA en nuestras vidas cotidianas. Por ejemplo, en el Chat GPT se pueden pedir distintas informaciones, en la que las respuestas pueden ser mucho más concretas – y tal vez rápidas- que una búsqueda en Google.
A pesar de los avances, la IA “se reducirá en las próximas décadas a mejoras en el procesamiento de la información. Por inimaginables e impredecibles que sean los resultados de estos avances, difícilmente nos autorizarán a considerar a dichas entidades como organismos vivos, menos aún con conciencia de sí mismos”(2) Y este es el objetivo de los avances tecnológicos: que puedan complementar nuestras capacidades sociales.
El cuidado por motivos de salud “no puede sustituirse por algoritmos o por robots, aunque las manos mecánicas de las máquinas sean más baratas y eficientes que las de un profesional comprometido (3). Esto, especialmente, pues las nuevas tecnologías jamás podrán reemplazar a los seres humanos. Y esto es porque las máquinas no tendrán un elemento característico de las personas: experimentar, de primera mano, los sentimientos.
Bibliografía:
1. López MB, Arán Filippetti V, Richaud MC. Empatía: desde la percepción automática hasta los procesos controlados. Av Psicol Latinoam [Internet]. 2014;32(1):37–51. Disponible en: http://dx.doi.org/10.12804/apl32.1.2014.03
2. López Baroni Manuel Jesús. Las narrativas de la inteligencia artificial. Rev. Bioética y Derecho [Internet]. 2019 [citado 2023 Sep 22] ; ( 46 ): 5-28. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1886- 58872019000200002&lng=es. Epub 01-Oct-2019.
3. Paladino María Soledad. Cuidado e inteligencia artificial: una reflexión necesaria. pers.bioét. [Internet]. 2021 Dec [cited 2023 Sep 21] ; 25( 2 ): e2528. Available from: http://www.scielo.org.co/scielo.php script=sci_arttext&pid=S0123- 31222021000202528&lng=en. Epub June 06, 2022. https://doi.org/10.5294/pebi.2021.25.2.8.