El trasplante de órganos es un tema que siempre ha estado muy en la palestra por representar una manera de poder salvar vidas mediante la sustitución de un órgano dañado, por medio de la donación de uno indemne por parte de un donante.
La cantidad de donantes también ha sido un tema discutido, ya que es frecuente que se hable de la disminución de personas que son donantes, a pesar de los intentos por incentivar para que sí sean. En variadas ocasiones existen dudas de parte de individuos que sienten que al donar los órganos de su familiar, están perdiendo parte del cuerpo de la persona y para ellos, esta era una forma de seguir manteniendo, en parte, a la persona que falleció como tal.
Otro punto importante, es que también es necesario que exista una compatibilidad que permita el trasplante, esto quiere decir, que no es posible que cualquier persona le done a otra, reduciéndose así el espectro de individuos que pueden servir como donantes.
Por estas razones anteriormente mencionadas es que en los últimos años la bioingeniería ha trabajado en la construcción de órganos in vitro para su trasplante in vivo, intentando imitar en el laboratorio los procesos que intervienen en el desarrollo de una célula que permita su funcionamiento y con ello, poder hacer que un órgano artificial cumpla el mismo rol en el organismo que su contraparte natural. Esto fue lo que científicos del Massachusetts General Hospital de Boston publicaron en Nature Medicine1, luego de realizar un riñón artificial y trasplantarlo en ratas. La técnica realizada se basó en un proceso de descelularización, en el que finalmente queda sólo la matriz del riñón del donante, la que se utiliza como andamio, ya que en esta matriz donde se realiza la posterior recelularización, que consiste en colocar células que han sido extraídas del paciente y cultivadas con factores de crecimiento.
Al finalizar la construcción del órgano se trasplantó a la rata afectada con éxito, si bien, el funcionamiento no fue el óptimo, si se logró la producción de orina por parte de los riñones artificiales.
En 2001, fue posible implantar un corazón artificial en un paciente, el cual fue capaz de vivir 151 días. Este corazón, a diferencia del proceso que se realizó con el riñón, es un órgano que fue hecho de titanio y plástico, conocido como Abiocor, y fue fabricado por la empresa Abiomed incorporated, quienes tenían la autorización de la FDA para experimentar con 5 pacientes terminales que tenían una esperanza de vida menor de 30 días y ya no contaban con la posibilidad de obtener un corazón humano.2
Sin embargo, los retos que existen actualmente van enfocados a utilizar células más que elementos sintéticos para elaborar el órgano. Es así que en el año 2006 el experto en ingeniería tisular, Anthony Atala, director del Instituto de Medicina Regenerativa de la Universidad Wake Forest, mostró una vejiga artificial que se puso en 7 pacientes3 y en Junio de
2010, se conoció que se había logrado un corazón artificial4 y un hígado en ratones. Para la construcción del hígado se realizó un proceso similar al del riñón, ya que se extrajeron las células hepáticas de un hígado de rata y sólo se dejó una estructura conformada por colágeno y vasos sanguíneos, y se utilizaron células hepáticas adultas para la creación del órgano, posteriormente se implantó al interior de un ratón y logró funcionar 8 horas5. Los investigadores señalaron que el próximo paso que esperan es que los vasos sanguíneos puedan funcionar de mejor manera, ya que la irrigación de un órgano es crucial.
Esto representa una nueva posibilidad para aquellas personas que requieren el reemplazo de un órgano dañado, y que muchas veces no pueden esperar a que existan donantes compatibles con ellos. Aún es necesaria que continúe la investigación y la experimentación, pero es un avance prometedor para la medicina regenerativa.
Referencias:
Song J, Guyette J, Gilpin S, Gonzalez G, Vacanti J, Ott H. Regeneration and experimental orthotopic transplantation of a bioengineered kidney. Nature Medicine 19, 646–651 (2013). Recuperado el 12/05/2014: http://www.nature.com/nm/journal/v19/n5/full/nm.3154.html
Qué es un corazón artificial. Recuperado el 12/05/2014: http://www.clinicasprivadas.net/cardiologia/que-es-un-corazon-artificial.php
Órganos artificiales, más cerca de lo que pensamos. Recuperado el 12/05/2014: http://cienciasycosas.wordpress.com/2013/06/08/organos-artificiales-mas-cerca-de-lo-que-pensamos/
Ott H, Matthiesen T, GohS, Black L, KrenS, NetoffT, Taylor D. Perfusion-decellularized matrix: using nature’s platform to engineer a bioartificial heart. Nature Medicine14, 213 – 221 (2008). Recuperado el 12/05/2014: http://www.nature.com/nm/journal/v14/n2/abs/nm1684.html
Uygun B, Soto-Gutierrez A, Izamis M, Guzzardi M, Shulman C, Milwid J, Kobayashi N, Tilles A, Berthiaume F, Hertl M, Nahmias Y, Yarmush M, Uygun K. Organ reengineering through development of a transplantable recellularized liver graft using decellularized liver matrix. Nature Medicine 16, 814–820 (2010). Recuperado el 12/05/3014: http://www.nature.com/nm/journal/v16/n7/full/nm.2170.html