MARGARITA GOLDFLAM, ESTUDIANTE DE HISTORIA, UFT
Nuestra relación con las drogas ha sido cambiante, producto del carácter curativo y venenoso de las mismas. Desde la prehistoria hemos convivido con ellas, y algunos creen que los frutos prohibidos que aparecen en distintas religiones eran drogas. En la antigüedad solía preferirse socialmente el opio por sobre el alcohol. En pleno renacimiento, bebidas que nos parecen comunes como el café o el mate, que son estimulantes, estuvieron al borde de la prohibición, y el tabaco era una manifestación demoníaca. En el siglo XIX tan común como es hoy tomar una Aspirina, era consumir heroína. Se vendían libremente y se promovía su consumo por los beneficios a la salud, surgiendo la popular Coca Cola como un medicamento en base a cocaína. A medida que avanza la tecnología se descubren nuevas drogas, por lo que esta historia seguirá escribiéndose.
En el presente artículo veremos una breve historia de las drogas, estamos conscientes que por tratarse de un estudio sucinto se perderán detalles, siendo nuestro objetivo el precisar cómo las drogas han sido vistas en épocas y lugares determinados, para comprender mejor el presente. Entendemos por droga lo que señala la Real Academia de la Lengua Española: “Sustancia mineral, vegetal o animal, que se emplea en la medicina, en la industria o en las bellas artes. Sustancia o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno.” Por lo tanto, es un concepto bastante amplio que no solo abarca lo que hoy concebimos como sustancias ilegales como la cocaína, sino que también aquellas amparadas por la ley como el alcohol, siendo ambas drogas. Es más, notaremos que en el tiempo la relación del ser humano con las drogas ha variado desde aceptarlas hasta prohibirlas.
Desde la prehistoria ha habido drogas, Antonio Escohotado, académico español y estudioso en esta materia, señala que las primeras aparecieron en plantas que desarrollaron venenos para defenderse de animales voraces. Quizás algunos humanos mutasen al probar las sustancias psicoactivas, y varias leyendas relacionan el comer algún fruto con el paraíso, como recuerdos de viejos trances con ellas. Agrega que solo con la revolución agrícola del Neolítico aparece un grano no tóxico en cereales, legumbres y frutos lo que permitió un aumento de la población. En las culturas cazadores-recolectores surge la religión como verdad revelada a partir de sustancias psicoactivas, como por ejemplo el peyote o ciertos hongos. El autor aclara que solo el tiempo irá deslindando fiesta, medicina, magia y religión de la enfermedad, castigo e impureza que en principio es la misma cosa.[i]
En la Antigüedad se plantaban una serie de drogas. En cuanto al opio su cultivo más antiguo es al sur de España, Grecia, Egipto y Mesopotamia. En los jeroglíficos egipcios lo recomiendan como analgésico y calmante, incluso para evitar que los bebés griten fuerte. Homero en la Odisea lo caracteriza como algo que hace olvidar cualquier pena. En tanto el cultivo del cannabis es originario de China. Sustancias más fuertes como setas alucinógenas parecen haber sido empleada por los chamanes de Siberia y en zonas septentrionales de Europa, vedando al resto su secreto mistérico.[ii] Ahora bien, Mircea Eliade, historiador de las religiones advierte que los chamanes siempre han consumido narcóticos, pero existía un límite dado que el abuso es una decadencia en la práctica misma del chamanismo.[iii]
En Grecia se consumía opio y vino. El primero se empleaba para los enfermos, las mujeres histéricas con sofocaciones uterinas, y se creía daba fertilidad. En el mundo romano también existían ambos. Discórides en su Materia médica que es un tratado farmacológico de la época, describe que el opio quita el dolor, mitiga la tos, refrena flujos estomacales y se aplica a quienes no pueden dormir. La demanda de esta droga excedía la oferta, y al igual que la harina, el opio durante el Imperio fue un bien cuyo precio se controlaba, lo que impedía la especulación. Según Escohotado los consumidores de opio no se consideran marginados, no existen expresiones que los denuesten como a los alcohólicos. El alcohol, por causar desorden público, se prohíbe que lo beban hombres menores de 30 años y las mujeres de cualquier edad.[iv]
La droga para los paganos a lo más revestían un problema de moral pero no de derecho, el deber de sus jefes no era castigarla, lo que cesará con el cristianismo que comienza a satanizarla y catalogarla de brujería.[v] Con todo, en la Edad Media continúa su consumo. Por ejemplo el opio aparece en los inventarios de importación de Florencia del siglo XIV, y su cultivo se expande por los Balcanes y Asia Menor.[vi] Según el historiador Robert Fossier, tanto hombres como mujeres bebían entre uno a medio litro de vino cada día, de cualquier clase social. También consumían cannabis, que se consideraba maléfico, pero desconocían que produjera alguna adicción.[vii] En el islamismo se prefería el opio al alcohol. Escohotado da cuenta de que suele señalarse que Mahoma prohibió el vino, pero en realidad solo mandó azotar a un borracho por incumplir sus deberes. En cuanto al opio, Avicena, catalogado como uno de los padres de la medicina, lo emplea como eutanásico y su discípulo Rhazes le da un lugar predominante en la farmacopea. En lugar del vino, como euforizante general los árabes prefirieron el opio. Alrededor del siglo X descubrieron el café, pese a ser una planta milenaria, y recién entonces tostaron sus semillas y las pusieron en agua hirviendo. Cinco siglos más tarde un concejo de teólogos, juristas y notables discute sobre sus bondades y vicios, resolviendo frenar su consumo. Pero al enterarse el sultán, que gustaba del café, revoca la medida. Hasta el siglo XIV según Escohotado todas las drogas son espíritus neutros lo que cesa con el fundamentalismo islámico.[viii]
Tras las cruzadas los europeos quedaron asombrados por los avances de los árabes, entre estos su medicina, por lo que resurgieron la alquimia y la hechicería en pos de la farmacología. Además desembarcaron en América, conocieron ciertas plantas que usaban los indígenas para curaciones. Pero también demonizaron otras como el peyote por sus efectos alucinógenos. Los conquistadores consideraron que el mate servía a los brujos para contactarse con Satanás. Cuando el Papa escuchó esto ordenó a los jesuitas de Paraguay que lo suprimieran, pero ya su uso estaba difundido y deseaban exportarlo a Europa. También los europeos probaron otros estimulantes como el cacao y la coca. La droga más consumida en América, desde el Norte hasta la Patagonia, es el tabaco. Los aborígenes señalaban que si no había tabaco en una tribu, esta era pobre. Colón y sus hombres en el primer viaje tomaron contacto con tribus que lo fumaban, los primeros en imitarlos fueron Rodrigo de Jerez y Luis de la Torre, quienes sufrieron un proceso inquisitorial pues <<solo Satanás puede conferir al hombre la facultad de expulsar humo por la boca>>. Con todo, esta droga cautiva al mundo y comienza a ser exportada. Los colonos de Virginia, las Carolinas y Maryland deciden producirla, pese a agotar los terrenos y la condena del Rey Jacobo I de Inglaterra quien acusaba que su <<humo evoca el horror de un insufrible infierno, lleno de alquitrán>>. El mercado prolifera, pese a los gravámenes que se le imponen. Ahora bien, al ser controlado por Inglaterra y España, las demás naciones lo restringen como el zar Miguel Federovich quien en el siglo XVII dispuso que se cortara la nariz a todo el que fumara tabaco y a quien se lo diera. En 1640 el último emperador de la dinastía Ming decreta pena de muerte para el tráfico y consumo de tabaco. En 1642 el Papa Urbano VIII excomulga al que fume en lugares próximos a la diócesis.[xi]
Durante el siglo XVIII van cediendo estas prohibiciones a medida que la unidad de la Iglesia y el Imperio se van desintegrando en varios Estados nacionales, cuya ideología es el liberalismo e individualismo. Pedro el Grande de Rusia renuncia a las torturas y mutilaciones por el tabaco y el papado reconsidera la excomunión.[xiii]
Los avances científicos de la medicina en el siglo XIX, según relata Escohotado permitieron en una pastilla poner los atributos de las hierbas, y en una maleta se podía llevar una plantación entera. También se descubrió la morfina, que es uno de los alcaloides del opio que se usó en la guerra civil de Estados Unidos y en la franco prusiana. Se relata que por sus efectos en los hospitales de campaña donde siempre había muchos gritos, ahora reinaba la calma. Cinco veces más activa que la morfina fue la heroína de Bayer, de la misma farmacéutica de la Aspirina. Señalaban que su producto al contrario de la morfina, aumentaba la actividad, adormecía todo sentimiento de temor, desaparecía la tos hasta de los tuberculosos. Los morfinómanos tratados con esta sustancia perdieron su adicción. La heroína fue vendida libremente en farmacias, mientras que el opio y la morfina comienzan a ser regulados. Incluso la morfina y heroína fueron usadas por los misioneros para rehabilitar opiómanos en oriente, después el plan será curarlos de la heroína con metadona.[xiv]
La cocaína es aislada en 1859, y se la caracteriza como inofensiva para calmar los nervios y curar la tristeza. Sigmund Freud será pagado por los farmacéuticos de la cocaína en esta especie y dinero, para que la prefiera en su psicoanálisis. A fines del siglo XIX había bebidas alcohólicas que contenían cocaína como la Vin Mariani que era un vino con cocaína, tan popular en su época que el Papa León XIII le entregó una medalla a su creador por el bienestar que entregaba y por prolongar la vida. En Estados Unidos, el farmacéutico y coronel John
Pemberton herido en la Guerra Civil se hizo asiduo a la morfina, e imitó los vinos con coca para calmar su adicción. Estos servían de medicina para [xv] los nervios, y les agregó nuez de cola que contiene cafeína. Cuando vino la ley seca se las ingenió para quitarle el alcohol y hacer una bebida carbonatada, naciendo la Coca-Cola.[xvi]
El cloroformo y el éter son empleados como anestésicos. En 1850 los irlandeses lo promueven en una campaña contra el alcoholismo, pero los borrachos se dan cuenta que agregando esta sustancia a la cerveza aumentan sus efectos y es más barato que el brebaje. También se desarrollaron los primeros hipnóticos y somníferos, y luego los barbitúricos.[xvii]
En el siglo XX todas las drogas están disponibles en farmacias, pero comenzarán las restricciones.[xviii] En la historia de Estados Unidos siempre ha estado presente la droga, por ejemplo George Washington en 1760 escribía en su diario que había plantado marihuana para su fiebre.[xix] En este país, en 1914 se aprobó la Ley Harrison que fue vigorizándose con el tiempo. Esta regulaba y fijaba un impuesto a la producción, importación y distribución de opio o cocaína y de sus derivados. Requería que médicos y farmacéuticos se registraran y reportaran las recetas al Departamento del Tesoro. De modo que este es el primer acto en que el Estado regula el uso de drogas, a la vez que en la sociedad se promueve un recelo a los adictos y médicos que recomiendan el opio. Si bien no se prohibía el opio, los profesionales de la salud debían prescribirlo e informarlo, o de lo contrario había una multa de $2000 dólares y cinco años de prisión. La Corte interpretó el alcance de la norma en el sentido de que los médicos podían prescribir narcóticos a pacientes para tratamientos, pero no cuando se buscaba curar la adicción.[xx] [xxi] En 1920 entró a operar la Ley Seca o Volstead Act que restringía el alcohol, la que tuvo que derogarse en 1933 por el comercio clandestino.
En los años treinta se popularizaron la anfetamina y metanfetamina, vendiéndose libremente en las farmacias para tratar congestiones nasales, mareo, obesidad, depresión y sobredosis de hipnóticos. Se empleó en la II Guerra Mundial pues permitía a los soldados frenarles el apetito, el sueño, las náuseas, el cansancio y desánimo. Tras la guerra estas aminas serán consumidas por gente mayor, amas de casa y estudiantes. En 1943 Albert Hoffman descubrió el LSD 25 extraído de un hongo llamado ergot, y confeccionó un preparado, el Delysid, para la psicoterapia. Este supuestamente permitía que los alcohólicos abandonaran su vicio, provocaba liberación de lo reprimido por el paciente, relajación mental e inducía a psicosis-modelo de duración breve en sujetos normales. Ello interesó a la Oficina de Servicios Estratégicos de Estados Unidos para descubrir comunistas dentro de las Fuerzas Armadas.[xxii] El movimiento hippie se caracterizó por consumir drogas para obtener experiencias psicodélicas.
En adelante, la mayoría de los Estados han seguido una política de limitar el consumo de drogas dejando a algunas en la ilegalidad como el opio, cocaína, heroína, etc., cuyo uso como vimos en el pasado era común e incluso promovido por los médicos. Socialmente se han permitido el consumo de otras, podríamos denominar drogas legales tales como el alcohol y el tabaco. A ambos se les aplican impuestos onerosos para desincentivarlos. La discusión de la legalización de la marihuana en Chile, y el paso que otros países han dado en este sentido muestra un cambio de la política privativa.
Podemos observar que la droga ha estado presente en toda la historia del ser humano variando la relación que tenemos con cada una de sus sustancias y los motivos por los que se emplean. La prohibición puede disminuir el consumo de ciertos narcóticos, pero las desventajas son el tráfico ilegal que conlleva a una serie de delitos y violencia, a lo que se suma que los drogadictos son vistos como delincuentes sin que puedan recibir información y rehabilitación. El desafío que la historia le ha propuesto al hombre respecto de las drogas está en tomar consciencia de su capacidad curativa y venenosa para mantener una relación sabia y prudente
[i] ESCOHOTADO, Antonio, Historia elemental de las drogas, Barcelona, Anagrama, 4ª ed., 2009, pp. 9-14.
[ii]Ibíd., pp. 14-22.
[iii] ELIADE, Mircea, Shamanism: Archaic Techniques of Ecstasy, Princeton, Princeton University Press, 2ª ed., 2004, p. 64.
[iv] Ibíd., pp. 31-34.
[v]Ibíd., pp. 35-41.
[vi] FLOOD, B, FLOOD, Jr., “Sources and Problems in the History of Drug Commerce in Late Medieval Europe”, Pharmacy in History, Vol. 17, No. 3 (1975), pp. 101-105, American Institute of the History of Pharmacy (Disponible: http://www.jstor.org/stable/41108921 Consultado el 31 de Julio de 2014)
[vii] FOSSIER, Robert, Gente de la Edad Media, México D.F., Taurus, 2007, pp. 30-32.
[viii] ESCOHOTADO, A., ob. cit., pp. 42-48.
[ix] https://www.gourmet-coffee.com/pages.php?pageid=108 (Consultado 6 de agosto de 2014)
[xi]Ibíd., pp. 67-76
[xii]http://www.old-picture.com/indians/Indian-with-Peace-Pipe.htm (Consultado 6 de agosto de 2014)
[xiii] ESCOHOTADO, A., ob. cit., pp. 74-76.
[xiv]Ibíd., pp. 88-94.
[xv]http://historiasdelahistoria.com/2012/01/13/el-papa-que-protagonizo-una-campana-publicitaria-de-vino-de-coca (Consultado el 5 de agosto de 2014)
[xvi] PENDERGRAST, Mark, For God, Country & Coca-Cola: The Definitive History of the Great American Soft Drink and the Company That Makes It, Philadelphia, Basic Books (kindle editions), 3ª ed., 2013, Loc. 299-840.
[xvii] ESCOHOTADO, A., ob., cit., pp. 88-96.
[xviii]Ibíd., pp- 25-107.
[xix] MC WILLIAMS, John, “Drug Use in History”, Magazine of History, Vol. 6, No. 2 (1991), p. 3, Organization of American Historians (Disponible: http://www.jstor.org/stable/25162810 Consultado el 31 de Julio de 2014).
[xx] HOHENSTEIN, Kurt, “Just What The Doctor Ordered: The Harrison Anti-Narcotic Act, The Supreme Court, And The Federal Regulation Of Medical Practice, 1915–1919”, Journal of Supreme Court History, Vol. 26, Nº 3 (2001), pp. 231-236, Supreme Court (Disponible en. Academic Search Complete. Web. Consultado el 30 de julio de 2014).
[xxi] https://www.princeton.edu/~achaney/tmve/wiki100k/docs/Harrison_Narcotics_Tax_Act.html (Consultado el 6 de agosto de 2014)
[xxii]ESCOHOTADO, A., ob., cit., 107-129.