ANTONIA CASTRO, ESTUDIANTE EDUCACIÓN BÁSICA UFT Hasta el instante en que el doctor terminó de decir esas frías palabras, nunca antes me había sentido tan desorientado, todo tipo de preguntas me inundaron súbitamente, pero recuerdo que no fui capaz de decir absolutamente nada, sólo me quede allí, sosteniendo mi cuerpo, sufría de una cardiopatía isquémica…